Una Sonrisa Entre Mil Lagrimas
UNA SONRISA ENTRE MIL LAGRIMAS
¿Qué pasaría si todo lo que
tuvieras en la vida se desmoronara de repente, qué harías? ¿Te has puesto a
pensar como actuarias frente a una situación así? De seguro no, los humanos
siempre pensamos en ganar, nunca en perder, por eso nunca sabremos cómo actuar
antes estas situaciones y por lo tanto, cuando llegan a ocurrir es un golpe
psicológico extremo.
Yo Drake Reue estaba en el
cuarto de descanso de la sala de médicos en la que como todos los días desde
que llegue al hospital me siento a tomar
un poco de café y a ver un partido de tenis después de una ardua noche, cuando
de pronto se enciende la alarma de la clínica y el director informa que acaban
de llegar heridos en grave estado de un posible ataque terrorista a pocos
kilómetros del lugar y como ha de esperarse, recalca el no atender heridos sin
ningún tipo de posición estatus social alto, lo cual nunca me resignaba a
aceptar (¿pero quién alguna vez no ha aceptado algo sin gustarle solo porque
nos conviene?...)
Apenas el director informa
salgo inmediatamente de la sala y me pongo al tanto de la situación mientras
corriendo voy llegando a la sala de neurocirugía, veo de reojo personas
totalmente ensangrentadas, algunos con extremidades amputadas, cosas a las que
estoy acostumbrado a ver pero que de algún modo no me logro acostumbrar al
sufrimiento humano y que por ende me prometí ser un gran cirujano, de cualquier
modo logre llegar a la sala y reunirme con mis colegas para entregarnos
inmediatamente los casos que habían llegado y que cumplieran con los requisitos
económicos que nos ordenaba nuestro jefe, en el tablero habían solo 2 graves
pacientes, mis compañeros me encargaron la decisión de elegir cual era la
opción más viable a lo que me dedique a ver sus datos en el sistema.
- El primer hombre era Simeón Roscald, ministro de salud de
la ciudad con una aneurisma
intracraneal, pensándolo bien,
claramente no solo lo recuerdo yo sino que de seguro mis colegas también
por ser el hombre que estuvo a poco de clausurarnos el hospital dos veces, casos que mi jefe sabia solucionar
muy bien obsequiándole grandes sumas de dinero a lo cual me hacia el mismo
cuestionamiento mental: como tenia para sobornar con sumas muy ostentosas de
dinero y no para ayudar a mejorar el sistema de salubridad de la clínica.
Y siguiendo con el segundo
paciente se encontraba nada más ni nada menos que Guillermo Dosnalt, el señor alcalde de la
ciudad, con un traumatismo craneal que en lo personal no era de las mejores que
he conocido.
Entonces decidí sin
remordimiento asignar a mis compañeros al ministro y yo atender personalmente
al alcalde.
Iba ya preparado para ir a
la sala de cirugía cuando de pronto a punto de entrar a la clínica veo a un par
de niños de un estimado de 12 años de edad el cual uno venia cargando en las
espaldas al otro y yo, sin tener en cuenta mis obligaciones, decidí ayudarles a
entrar al hospital cuando con la luz del interior, logre ver que el pequeño
tenía leves hematomas en el disco intervertebral y que con media hora de arduo
trabajo y sin necesidad de un TAC podría
retener el hematoma por el momento, así que tenía un gran dilema el alcalde o
aquel pobre chico, busque una de mis amigas lucia para que me asistiera en
secreto ya que si mi jefe se enteraba los sacaba del hospital.
Prepare al niño para
atenderlo, revise su hematoma y logre reducir el hematoma a un 80% en media
hora no tenía más tiempo, así que le dije a lucia que lo atendiera y apenas
despertara lo dejara en mi consultorio, le dejara reposar mientras le
suministrase corticoides en lo cual ella respondió sin ningún problema que lo
haría, pero que le debía un favor grandísimo y con gran entusiasmo y a la vez
impaciencia le dije con una sonrisa ¡GRACIAS¡
Luego de salir con total
apuro de la sala de cirugía llegue al caso del alcalde al cual estaba
totalmente sellado y con policías en la puerta y además se encontraba mi jefe
que al verme frunció el ceño como cuando se enteró que había detenido el aborto
de la hija del alcalde, al acercarme mi jefe me dijo:
-¿Drake me puedes explicar
que fue lo que paso?- Diciéndolo con voz intricada signo de su total molestia yo le dije:
- jefe lo mismo
me estoy preguntando en este momento ¿qué fue lo que sucedió?- Con temor a lo
que se aproximara
-lo que sucedió fue que el
alcalde falleció y tus colegas me dijeron que tú eras el responsable del caso
-No puede ser cierto ¡él
tenía un estimado de vida de algunas horas más!
-Drake, estoy muy furioso y
decepcionado porque no lo atendiste con la mayor rapidez del caso, y susurrando
me dijo: ¿acaso no sabes lo que salvarle la vida al alcalde viera significado
para esta clínica?
En esto llego mi novia e hija
de mi jefe y se puso al tanto del problema lo cual como era de esperarse me
replico al respecto diciéndome:
-¿Que diablos fue lo que te
sucedió?
Respondí: -pues unos niños
llegaron en un estado leve, pero era algo que tenía que resolver con urgencia o
si no se hubieran muerto en el hospital comparándolo con el del alcalde que
tenía más tiempo de vida decidí sin ningún remordimiento atender primero al
chico.
Mi jefe me miro con cara de
desilusión y me susurro de nuevo:
- Eh, ¿este chico que atendiste venia de alguna familia
adinerada?
Y susurrándole le respondí:
- Seguro que como venían vestidos y su formar de actuar
tengo la plena seguridad de que son pobres.
En ese instante vi como mi
jefe frunció el ceño y me dijo algo que me dejaría marcado:
¡Drake Reue me da mucho
lastima decir esto y será más difícil esta decisión por ser tu suegro pero sin
duda no me arrepentiré!
Yo no estaba preparado en
ese momento para escuchar lo que mi jefe me dijo:
-¡Drake nunca te lo dije
pero eres igual de idiota que era tu madre …
En ese momento mi sangre
empezaba a hervir y mi corazón a agitarse
Pero el siguió:
… y tu padre un imbécil sin
futuro así que…- y como si fuera en cámara lenta dijo ¡ESTAS DESPEDIDO!
En ese momento mi ira se
descontrolo, mis pulsos cardíacos se hicieron severamente más agitados y
reaccione de una manera psicológicamente común, cogí a mi jefe de la corbata y
lo arremetí contra la mesa que estaba entre los dos después le escupí y lo
golpee hasta que vi mis nudillos ensangrentados, luego de eso reaccione a mi
propio ser y me di cuenta de lo que había hecho y salí huyendo lo más rápido
posible de la clínica y en ese momento vi por última vez a la que era mi novia
porque nunca me perdono lo que le hice a su padre.
Y como si la vida estuviera
en contra mía salí del hospital era una noche totalmente oscura, desolada y
lluviosa me senté en el andén llorando y llego en ese momento el hermano del
niño al que salve la vida, se sentó a mi lado, me apretó la mano y me dio una
enorme sonrisa.
Fue ahí donde reflexione…
aunque perdí mi trabajo, mi novia y meses atrás A mis padres, sentía por
extraño que pareciese que mi carrera como cirujano se pagaba con la sonrisa de
ese niño y que sin ningún problema, volvería a elegirlo en vez del alcalde.
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